domingo, 24 de abril de 2016

Irène




Pierre Lemaitre
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-1885-8


Un poco tardío pero al fin me leí el regalo de mi Baltasar navideño particular, avalado por el buen criterio de mi hermana pequeña y por mis buenas experiencias con dos novelas de este ya famoso escritor francés me lancé a devorar el papel impreso sin frenos pero y si, tengo un pero que encima va en contra de lo que siempre he dicho sobre los libros que empiezan con asesinos canallas y lo que me gusta que acaben "mal" pues en este caso voy a hacer unas excepción enorme, no me gusta que acaben tan mal; no entiendo la redención de asesinos en serie y por eso me gusta que acaben mal, un ejemplo claro sería si tuviese que elegir entre el Don Juan del Tenorio o de Zorrilla que tienen dos finales sutilmente distintos pero vamos a este novela de la que Alfaguara ha empezado a editar la serie de los casos del comisario Camille Verhoeven.
Admito es la fórmula es novedosa, con algunos tintes de novela negra clásica que seducirán a más de uno, para ello ha elegido un protagonista muy bajito pues no alcanza más allá del 1,45 pero es un tipo capaz, inteligente y que intimida a pesar de esa pequeña estatura; en común con otros antihéroes tiene que se lleva mal con la autoridad, en este caso con la jueza Deschamps, que dispone de ayudantes eficaces y como elemento diferenciador, que está felizmente casado y esperando un hijo de la bella Irène.
La vida aparentemente feliz y perfecta del comandante Verhoeven se verá alterada por la aparición de un brutal y salvaje homicidio del que no hay ninguna pista, para complicar un poco más la ya de por si compleja trama, un periodista publica un perfil de Verhoeven que no facilitará precisamente las cosas con los mandamases pero este hombre es igual que un perro de presa, una vez que ha mordido el hueso ya no lo suelta.
El brutal asesino parece que siempre va un paso por delante, retador el intelectual, trata de jugar con Camille sin comprender que en ese juego solo puede quedar uno de los dos; inspirándose en diferentes novelas de crímenes, el asesino ambientará esos casos en los que él no tiene más vínculo que el de ser el asesino y que hace que buscar relaciones que lo descubran sea prácticamente imposibles pero como diría el Chapulín Colorao, no contaban con la astucia del comandante Verhoeven y ese duelo intelectual se convertirá en una carrera contra el reloj donde Verhoeven sufrirá lo indecible.
Como apuntaba, esta es la primera novela de una serie de cuatro, las próximas no correré tanto como si habría hecho con mi admirado Montalbano o el recientemente descubierto por mi Manzini, necesito tomar una buena distancia, la brutalidad no es algo que me seduzca a la hora de elegir una obra y he tenido una dosis muy alta con esta buena novela de Lemaitre y eso que con mis otras dos anteriores experiencias fueron sublimes. Mi cuñado me ha recomendado Alex, que es el que le sigue que es mucho mejor pero necesito tiempo; la acción es trepidante, sin descanso y va desde un 7 al 24 de abril del 2003, lo divide en dos partes pero la segunda es muy, muy cortita y un epílogo con la carta que le ha mandado el asesino un año después.
Ojo que advierto, los crímenes son brutales y probablemente os pase como a mi que sospechaba del que luego sería el asesino con cierta prontitud, lo que no sabía eran los motivos pero trabajar con un número de personajes digamos reducido te permite sacar conclusiones con cierta prontitud, cosa que se agradece, que algunas veces te pierdes entre miles de personajes y te obliga a leer con papel y bolígrafo -algo que habitual mente hago por cierto-.
Ahora a por mi amigo Montalbano, que tiene novela nueva y otro de prosa poética a ver si me "relajo".

miércoles, 13 de abril de 2016

Follamantes

 
 
 
Carlos Salem
Frida Ediciones
ISBN: 978-84-942686-0-1
 
 
¿Y cómo clasifico yo esta obra?

Clasificado como poesía esta breve obra no puede dejarte frío ni indiferente, para mi es nuevo el formato y la editorial y confieso que me ha gustado -no todísimo, pero si mucho de él-, son 130 páginas estructuradas en tres partes, la primera de ellas son las pesquisas de un agente secreto que vigila a los folloamante llamado Cero à la Gauche, un agente secreto frío entrenado para vigilar como, cuando y porque se aman los folloamantes, porque estos individuos se salen de las normas y perturban -y trasmiten esa extraña enfermedad entre los que los rodean-: La segunda parte son las notas de un recién llegado al mundo de los folloamantes, como se siente, cuales son sentimientos y como se relaciona con su otro folloamante, de las dos partes de la obra esta segunda es mi favorita  y de la que he sacado más cosas e ideas. Y por último están 140 tweets del autor que salvo cuatro que he salvado de la quema no me han seducido, quizás porque no tengo ese invento del diablo que es twitter y porque condensar todo en tan pocos caracteres no puede ser "bueno".
La obra va dando bandazos entre amor y sexo, vale que el sexo sin amor puede ser muy divertido pero para mi le falta la salsa y en algunas de las prosas poéticas lo ves o quieres verlo porque cada uno de nosotros somos capaces de ver la cara de un gnomo en una mancha de humedad en la pared si estamos lo suficientemente sugestionados y quizás sea ese mi caso.
No esperéis suspiros de de amor barrocos, traumas venecianos o dramas turolenses, no, porque hasta en las despedidas los folloamantes se salen de los cauces normales aún cuando les duelan las ausencias, pero si estarán los verbos que a los amantes, en este caso folloamantes, si gustan de conjugar: gemir, suspirar, volar, ... (no he visto odiar, ¿será que Othelo no era un folloamante?)
Quizás por culpa de mi corsé clásico y apretado, algunas de las composiciones donde aparecen cachetes o "mordiscos" me han hecho pasar de puntillas, incluso las demasiado explícitas -ya las veréis sin necesidad de planos- y son las que menos me han hecho mella, a pesar de ello algunas de ellas tienen una hermosura clásica que sorprende, refresca y te incendia a la vez y casi te dan ganas de salir a la calle a poner un anuncio en las farolas en busca de follamante para las próximas horas o vidas.
Como apuntaba el formato tweetero no me gusta, pero no en esta obra en concreto, me refiero en líneas generales y esa es uno de los motivos por los que no tengo ni me tienta, creo que es demasiado resumido y se quedan miles de flecos por el camino, eso no quita que alguno de los 140 expuestos te hagan reflexionar y hasta sentir simpatía por esa mención a Neruda, sin embargo te permite ser ácido, salirte de las normas y navegar, desterrar prejuicios y llamar las cosas por su nombre sin ser un cursi o un repartidor de una agencia de transportes.
Os señalo el título de las que más me han gustado y no las reproduzco porque no me dejan:
- Peligro de contagio
- Lo que eres
- Esta tarde
- Confesión
- y los tweets #18 y #19
El primero es de la primera parte del agente Cero à la Gauche, los tres siguientes de la segunda parte y el último de ese apartado de tweets que os decía.
Lo que si tengo claro "clariente" es que le va a encantar a mi amiga Ana y por eso se lo he recomendado nada más cerrar la última de sus páginas; eso y que que sigo sin ganas de tener twitter.

lunes, 11 de abril de 2016

La Costilla de Adán



Antonio Manzini
Salamandra Ediciones
ISBN: 978-84-16237-08-1
 
 
Quizás a alguien le extrañe que publique dos entradas del mismo escritor tan seguidas pero aparte de dejarme un sabor de boca formidable, había partes de la historia que se quedaron abiertas y quería saber el motivo; evidentemente no me ha defraudado y por eso casi en tres días ha caído esta perlita que hoy os traigo.
Rocco Sciavone es el subjefe de la policía de Aosta, trasladado desde la añorada y luminosa Roma, parece moverse en ese ambiente alpino como una tonadillera en la sala de La Riviera de Madrid, con su zapatos Clarks que en la nieve se desgracian, parece no encajar en ese paisaje, pero eso da lo mismo, su mal carácter, un humor negro que solo él comprende, sus formas de tratar a los demás incluso a sus subordinados e incluso jefes y su escala de tocada de cojones le hace sobrellevar su "destierro" a ese paraíso alpino como puede, solo un caso puede hacerle salirse de ese círculo de autodestrucción que vive, pues ni con su amante Nora parece estar viviendo un momento feliz porque tiene que hacerle un regalo de cumpleaños. por cierto, que prisa se dan algunas para sacar un clavo, puf.
Su día a día se verá alterado cuando apacere una mujer colgada de una lámpara, un posible caso de suicidio se trasnforma en homicidio y para revolver más su negra cabeza, un viejo caso de Roma y por el que está destinado en Aosta llama a su "puerta".
En esta segunda novela, conoceremos mejor a Rocco, veremos sus fantasmas, sus amigos, sus fidelidades y nos harán querer o despreciar a este subjefe; evidentemente yo soy de los primeros porque destila mucha negrura y me hace tratar miles de paralelismos no literarios; sabremos más de su mujer Marina, de su relación con ella, de su relación con sus amigos del Trastevere, de su forma particular de ver la justicia, porque a pesar de que su mujer le "dice" que no es juez, ejerce de tal y eso es muy tentador para los que vemos como se escapan de rositas los que nos crujen; se ayudará de Italo y Caterina, porque si tiene que servirse del dúo del gordo y el flaco como los denomina él, Deruta y D´Intino, mejor salir corriendo y con estos segundos se termina quizás los paralelismos que se puedan trazar con Camilleri y Catarella, porque ya se parecen poco Rocco y Montalbano; Montalbano disfruta de la vida, Rocco no, parece que solo disfruta de su porro cotidiano y de cierto vino blanco que ha descubierto gracias a un lugareño, pero rechaza incluso los consejos de alguien que puede facilitarle las cosas, el forense Alberto Fumagalli, y llegar a ser su amigo porque del juez no se puede esperar gran cosa.
Dentro del panorama europeo de novela negra, tan saturado de escritores nórdicos que parece que ha entrado una plaga y en el que me parece que escriben todos y todo igual, leer a Manzini es muy agradable y un soplo de frescura, un personaje malhumorado y pesimista pero que hace que le quieras.
En pocas palabras, un delicia.

viernes, 8 de abril de 2016

Wyatt



Garry Disher
Ediciones Pamies
ISBN: 978-84-16331-55-0


De la serie La huella de la editorial Pamìes os traigo una original y trepidante novela de ladrones, pero ladrones con su particular concepto del honor, quizás nos choque al resto de los mortales como cuando hablan de la particular ley que hay entre los presos y algunos de los delitos de los presidiarios; pero me estoy marchando por las ramas.
El protagonista de nuestra novela es Wyatt, un ladrón metódico y poco aficionado a tomar riesgos innecesarios en sus golpes, por ese motivo ha escapado de la justicia pero como diría la zarzuela, hoy los tiempos están cambiando que es una barbaridad y Wyatt se ha quedado anticuado, solo puede efectuar cierto tipo de golpes porque no tiene acceso ni quiere de las nuevas tecnologías, está en ese momento que empieza a sentirse mayor cuando uno de sus informadores habituales, Eddie Oberin, le lía para un golpe a unos joyeros que tratan con mercancía robada, los hermanos Furneaux; para el golpe tienen como informante a la antigua pareja de Eddie que les describe como hacen los transportes de joyas en un Audi y sus habitos; con lo que no cuentan es que en el golpe van a llevarse unas letras robadas en Europa por su pariente Alain LePage y lo que hubiese sido un golpe sencillo y "normal" se complica porque la gente no tiene medida con la codicia y porque al final entre ladrones no hay honor y terminan traicionando a Wyatt -y hablo en plural pero me estoy dando cuenta que he contado demasiado-.
Wyatt se comportará con la misma frialdad como la tiene cuando realiza sus golpes y vengarse de esa traición.
Estamos ante una historia de ladrones, claro que aparecen policías y una inspectora tendrá su  importancia pero la historia central es esa cacería entre ladrones, de gran inspiración hammetmatica, Wyatt bien podría ser el agente de la Continental, duro, resolutivo y para el que los sentimientos quedan en un segundo plano cuando se habla de negocios y vengarse por una traición es parte de eso que Wyatt llama negocios; en esa clara inspiración que es Hammet, sus personajes son los clásicos de la novela negra clásica americana, mujeres bellas llenas de sensualidad, policías quemados o departamentos de asuntos internos que piensan que todos los policías son corruptos, peristas que piensan más con la cartera que con el corazón a pesar de perder a alguien de su familia y donde la violencia es un personaje más de la novela, pero no es una violencia desmedida por parte de los protagonistas principales, como si hubiese clase de ladrones o de criminales.
La acción principal se desarrolla en Australia, en concreto en Melbourne, moviéndose en barrios residenciales y marginales como si una guía de viajes se tratase y es uno de los detalles que me han encantado, como se paraba en ciertos detalles de las formas de vida de algunos de sus moradores, no ha sido una descripción fotográfica pero si inspiradora para meter en harina y casi hasta para disfrutar de un parque a pesar de un tiroteo.
De acción muy trepidante, se os hará corto, no te deja un instante de respiro y acaba la novela dejando algunas puertas abiertas que sin ser necesaria una segunda parte te deja que tu te la imagines.
Estamos entonces ante una novela llamémosla clásica pero con sabor nuevo y que demuestra que se escribe muy buen género negro en nuestras antípodas.
Muy recomendable.